Tal como los Apóstoles que se encontraban todos juntos a la llegada del Espíritu Santo, nosotros como comunidad nos reunimos en la iglesia de nuestro Colegio para celebrar la fiesta de Pentecostés.

En una misa presidida por el Padre Héctor Guarda, los alumnos y docentes participaron de la celebración vestidos de rojo y abiertos de corazón al llamado de Jesús, quien nos promete, al igual que a sus discípulos aquel día, que nunca nos dejará solos y que confiemos en su gran legado: el don de su Espíritu.

En la liturgia de Pentecostés celebrada en el Jardín Infantil, los niños cantaban a viva voz y con fervor “¡Espíritu Santo; ven, ¡ven!”.

A través de un breve relato, las educadoras contaron a los alumnos el pasaje bíblico donde el Espíritu Santo visita a la Virgen María y a los apóstoles. 

Esta fiesta nos renueva de fuerzas y de la luz de Cristo, la que representamos a nuestros estudiantes en la luz de la vela que usamos para rezar cada mañana. O en la imagen de la paloma que se posa suavemente sobre nosotros para traer paz y amor.

Con alegría, música y bailes, nuestros pequeños alumnos participaron con gran entusiasmo de esta ceremonia; y al final de la jornada se llevaron para sus casas una imagen del Espíritu Santo, la que elaboraron con sus compañeros y educadoras.