Sugerido por: Aruss
Si de buenas historias se trata, existe un autor que ha conseguido destacar como un maestro en los géneros del cuento y la novela breve. Su nombre es Roald Dahl y probablemente habrás leído o escuchado alguno de sus títulos: “Las Brujas” y “Charlie y la Fábrica de Chocolate”, se cuentan entre aquellos que además han sido adaptados para la pantalla grande.
Nacido en Cardiff, Gales, este prosista de ascendencia noruega comenzó tardíamente en la escritura y aceptó diversos trabajos antes de poder publicar. Como empleado de la salitrera Royal Dutch Shell vivió una vida de lujos en Dares-Salaam, Tanganica y su deriva en oriente se extendió luego de enrolarse en la Royal Air Force. Sirvió durante la Segunda Guerra Mundial en diversas misiones y sobrevivió a un aterrizaje forzoso y sobrevuelos en líneas enemigas.
Alentado por Cecil Scott Forester, envió algunos escritos de aquellas experiencias como piloto al Saturday Evening Post y a partir de ese momento, se dedicó casi enteramente a mover editorialmente su numerosa producción literaria.
“Los mejores relatos de Roald Dahl” (1997) rescata trece cuentos notables de su carrera, algunos de estos tomados de revistas en las que fueron impresos originalmente. El tono suele ser satírico y el humor retorcido. Las historias arrancan de situaciones banales y son llevadas, casi sin que el lector se percate, hasta lo macabro.
“The Umbrella Man”, uno de esos trece cuentos (el que titulaba al compendio en su versión estadounidense), narra el encuentro de una mujer y su hija con un hombre humilde que, en mitad de una calle, les vende a un precio muy barato un fino paraguas de seda. Tras haberlo comprado, se percatan de que el sujeto ocupa el dinero para emborracharse y llegar al delirio que le permita acometer otro atraco de paraguas.
“The Great Automatic Grammatizator” corresponde a otro cuento ineludible (que dio el título original al libro, en Inglaterra) sobre la obsesión de un hombre por llevar al campo del razonamiento matemático las reglas de la gramática. El resultado: una máquina hacedora de novelas a la que terminan rindiendo tributo todos los escritores de la Tierra.
Recomendamos una vuelta por la sección “Azul oscuro” de la biblioteca Cazalibros, donde podrás revisar el índice de esta intrigante antología y conocer esos desenlaces que, una vez leídos, seguramente reconocerás como un sello de este eximio narrador.
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